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30/12/09

Lobas ricotas meneandose a ritmo house

Música electrónica acompañada de dos lobas que estan demasiado ricas y que se menean excelent. si así bailan como serán tirando?? no dejes de ver este video de estos dos mujerones haciendo el shaking y moviendo ese culo.




22/9/09

Lacey Duvalle dándose durísimo - video sex!!

Lacey Duvalle es una de mis actrices favoritas. Aparte de estar buenísima por todos lados es una tipa con un rostro precioso que invita al morbo. Miren nada más este video y observen como se bate esta negra preciosa. Haaaa que rico debe ser tenerla encima restregándose contra el pene. Dale play y jálate la pija!!





blogalaxia:

13/9/09

Orgía con la esposa de un amigo (05)

Finaliza la deliciosa orgía con la llegada inesperada de dos personajes. Kika hace una última solicitud y todos la complacemos gustosos.


Por segunda vez en la tarde nuestra orgía con Kika era sorprendida. Yo me encontraba descansando e ingiriendo una birra, pero mis friends si se hallaban en pleno acto sexual, rellenando el cuerpo de Kika con sus pedazos de carne. El enano recostado en el sillón tenía a la esposa de Charli sobre él, metiéndole su pinga en el chocho; el George de pie a un lado del sillón la sujetaba por la cabeza y hacía que esta le comiera el miembro; finalmente el Niga de pie detrás de ella le empalaba el culo con su gruesa morcilla.

Todos quedamos demasiado estupefactos cuando vimos a Charli de pie, a menos de un metro de la bacanal. Qué puede estar pasando por la mente de Charli? Entrar a su apartamento y conseguir a su mujer penetrada por todos lados por sus amigos? No debe ser fácil, y todos lo sabíamos. Enmudecidos esperábamos su reacción. fue entonces cuando se tambaleo un poco (por la impresión?) y tartamudeando dijo:

- Te… te… qu… te quiero cogggeeeerrrrrrrr!!! – Charli estaba tan borracho que trastabillo y se fue de lado, cayendo acostado sobre el sofá-cama, embarrándose con nuestros sudores y leches.

- Esto ya lo había visto antes – comentó George con una sonrisa.

- Al parecer vamos a poder continuar nuestro bochinche sin problemas – dijo el Niga mientras le removía las entrañas a Kika con su verga.

- No tan pronto – se escuchó una voz.

Estábamos tan concentrados en Charli que ninguno notó a otra persona que había permanecido semioculta en el corto pasillo entre la sala y la puerta de entrada.

- MARIO!!! – gritó Kika al reconocerlo. Su susto fue tal que dio un fuerte brinco y zafándose del trío de vergas que la aprisionaban y buscando rápidamente alguna prenda en el suelo con que tapar su desnudes.

- Hey! Hey! No te apures en cubrirte. – dijo el hombretón de estatura media sin quitarle la mirada de encima – te ves bella así sin ropa.

- Y este pendejo quién es? – Preguntó Niga tronándose los dedos.

- Es… es… Mario, el sadicón conserje del edificio – dijo Kika medio cubriendo el cuerpo con una camisa.

- Si quieres le damos una golpiza ahora mismo – Dijo el George de pie al lado del Niga.

- Para que no sea metiche – dije yo poniéndome de pie también.

- Si vamos a darle para que no sea sapo – dijo el enano, que era primera vez que abría la boca en toda la tarde.

El tal Mario, de unos cincuenta y dele años dio un paso atrás.

- Un momento muchachos. Creo que nadie quiere esta situación – dijo nerviosamente. – yo solo ayudé al Sr. Charli a subir, ya que estaba demasiado ebrio para hacerlo solo. Y si, venía con la intención también de ver a Kika, solo mirarla, todos saben aquí lo buena que esta.

- Y si ya la viste que esperas para irte pal coño? – preguntó Niga frotándose los nudillos.

- Es que además, varios vecinos se han quejado de los gritos y ruidos que se escuchan en este piso. – continuó Mario – También necesitaba averiguar que pasaba. Y ahora que lo sé, creo que voy a cumplir una de mis fantasías. – agregó el viejón agarrándose el pene sobre el pantalón y mirando lascivamente a Kika.

- Ha… ha… que te refieres – contestó Kika nerviosamente.

- No te hagas la inocente amor. Tu sabes que siempre te he tenido ganas. – Mario parecía cada vez más seguro (y más sádico también, jiji) – No querrás que todo el edificio se entere de lo puta que eres y de la orgía que te estás montando aquí. Además si salgo golpeado de aquí más grave será el escándalo.

Nosotros ya solo estábamos de espectadores, ahora esperando la respuesta de Kika. Aunque fuese incómoda la situación, el conserje parecía tener razón.

- Vamos hermosa, será un polvo y nada más. – el Mario se sentía tan confiado que sacó su verga medio tiesa del pantalón y tomándola por la base la movía en círculos. – te prometo que lo vas a disfrutar. Será nuestro pequeño secreto. No me importa si tenemos espectadores. Que dices dulzura?

Todos callados esperábamos por Kika. Ella dudo por un instante. Soltó la camisa que la cubría y, caminando desnuda por la sala, se detuvo junto al equipo de sonido. Una música electrónica que no pude identificar comenzó a sonar ruidosamente.

- Y ese escándalo como para que? – preguntó el enano tontamente.

Kika se recostó en el sofá-cama al lado de su marido y abrió las piernas de par en par. – Si vamos a gritar de gusto no queremos que los vecinos se enteren… verdad Mario? –

Con esa actitud de puta sofisticada Kika respondía. La cachonda propuesta de Mario había sido aceptada. La pinga del conserje se terminó de poner dura rápidamente. Mario rió escandalosamente y se abalanzó como un animal sobre el cuerpo de Kika.

A la final todos celebramos el puterismo de nuestra amiga. Cada uno destapó una cerveza y brindamos por Kika y su insaciable hambre de verga.

Mario se comportaba totalmente desesperado, parecía que le tenía tantas ganas de Kika que ahora que la tenía a su disposición, no sabía que hacer con ella. Mario se ubicó entre las piernas de la hembrota y le chupaba fuertemente la concha, la lamía salvajemente, le mordisqueaba los labios y el clítoris mientras le hundía los dedos en el culo.

Luego se subió sobre ella y comenzó a morderle las tetas y apretárselas con sus manos. Torpemente buscaba la manera de meterle la pinga en el chocho. Kika tuvo que ayudarlo, agarrándole la verga y poniéndosela en la entrada. El brutazo conserje por fin dio un empujón y le enterró el machete hasta los huevos. Kika rodeo el cuerpo de Mario con sus piernas y brazos y comenzó a moverse duro y rápido. El sádico conserje gruñía como un animal. Con sus manos se aferró a las nalgas de Kika y la embestía fuertemente.

- Puta! Puta! Eres una Puta!! – gritaba Mario fuera de sí. – toma mi pinga puta! Tómala toda!!

La escena era tan salvaje y excitante que todas nuestras pingas estaban erectas, deseando el cuerpo de la esposa de Charli una vez más. Por cierto que Charli continuaba tirado durmiendo profundamente mientras a su mujer le daban una serruchada de campeonato por el coño.

Kika gemía y movía la cabeza de un lado a otro. Parecía que se avecinaba su orgasmo. Sin embargo, el del conserje llegó primero. Mario se hundió brutalmente hasta el fondo y pegó un tremendo grito. Mientras se vaciaba dentro de Kika le pasaba la lengua por el cuello y el rostro, babeándola toda.

- Haaaa zorraaaa!! Que mujer!! Que puta tan tica!! – Mario temblaba. Como pudo se salió del cuerpo femenino y se fue a sentar al sillón.

Como era mi costumbre, piqué adelante y me coloqué donde hace unos instantes estaba Mario. Tomé a Kika por los tobillos y le llevé los pies casi sobre sus hombros, y con la destreza que me caracteriza le metí la verga en el culo.

- Este desgraciado no pela una – dijo molesto el Niga al ver como yo ganaba la posición, jiji.

Rápidamente le comencé a dar machete y machete por el culo. Kika gritaba ya con el orgasmo en puerta. Con sus manos se masturbaba la concha, con sus labios me mordía las tetillas. De pronto su cuerpo se retorció, electrificado por un violento orgasmo. Viscosos líquidos fluían de su concha. Yo le taladraba el agujero trasero con fuerza y decisión sintiendo como faltaba poco para llenarla de leche.

- Bukkake! – gritó Kika entre espasmos – QUIERO UN BUKKAKE!!!

- y que coño es un bukkake? – preguntó el ignorante de Willou.

- Que es un bukkake? Ya te vamos a enseñar lo que es un bukkake! – dije sin dejar de fornicar el culo de Kika. George y el Niga se cagaron de la risa.

Cuando ya sentía que me venía, saqué con violencia la pinga del culazo, agarré a Kika por los cabellos y prácticamente la tiré en el suelo, sin soltarla la obligué a colocarse de rodillas. Ella clavó sus uñas en los costados de mi cintura y abriendo la boca colocó su lengua debajo de mi verga erecta. Con la mano que me quedaba libre me masturbé salvajemente. Los chorros de leche cayeron como látigos sobre su rostro, su lengua se inundó con mi esperma. Kika me relamía el miembro de arriba abajo mientras terminaba mi orgasmo. Que ricooooo.

Me hice a un lado. Era el turno de George. Este la volvió a tomar por las orejas y sin contemplaciones le metió la verga en la boca. Con rudeza le movía la cabeza adelante y atrás rápidamente. Kika ahogada, trataba de liberarse, pero George no se lo permitía. Estuvo cogiéndole la boca un buen rato. Cuando por fin sintió que se venía fue que sacó su pinga y la dejó respirar. Cuando Kika abrió la boca para tomar aire lo que recibió fue otro chorro de esperma en las amígdalas. George se reía y continuaba eyaculando sobre la cara y las tetas.

George se apartó. Ahora eran las bolas del Niga las que Kika tenía en la cara. Sin esperar que se lo pidieran, ella se abrazó al cuerpo de mi oscuro amigo y comenzó a chuparle los testículos, mientras lo pajeaba con una de sus manos. El Niga resoplaba, de pronto la sujetó por la nuca y la obligó a mamarle la verga. Kika le masturbaba la base del guevo al tiempo que engullía la mitad de la morcilla. El Niga no se aguantó más y comenzó a eyacuar. Cuando ella sintió el primer lechazo, se sacó el guevo de la boca y lo continuó masturbando con fuerza, una lluvia de esperma le cayó en el cabello, en los senos, en la cara, en todos lados.

- Es tu turno enano – dijo Niga sacudiéndose la pinga y salpicando a Willou, jiji.

El enano se paró frente a Kika, ella tomó la iniciativa y, rodeándole el pene con sus tetas, inicio una deliciosa paja rusa. Willou se retorcía de placer sujetándola por los hombros. Kika subía y bajaba rápidamente por el miembro, lamiéndole la cabeza cada vez que podía y mirando a su joven amante directamente a los ojos. Aquello fue demasiado para el enano. Willou gimió y dejó salir lo suyo, bañando esta vez por completo las tetas y abdomen de Kika.

- Ahora sabes lo que es un bukkake enano? – pregunté riéndome.

- Hmmnn. Que rico papissss – dijo Kika acostándose al lado de su marido y relamiéndose las leches del rostro. Con sus dedos recogía esperma de su cuerpo y se lo llevaba a la boca.

- diablos!! Pero que pedazo de puta es esta mujer!! – Mario aún temblaba ante la situación.

Pasado un rato Kika fue a darse una ducha. Nosotros arreglamos un poco el desastre de la sala y acostamos a Charli en la cama de su habitación. Cargamos con una de las cajas de cervezas y con la botella que quedó virga y nos despedimos de Kika con sendos besos de lengua, dejando en el aire la idea de un próximo encuentro. El conserje también se despidió y prometió no decir nada (aunque lo dudamos).

Y así finalizó la orgía con la esposa de un amigo. Espero les haya gustado.

satirock


blogalaxia:

11/9/09

Orgía con la esposa de un amigo (04)

Sorprendidos en plena orgía, pensamos que todo terminaría allí. Sin embargo, la fiesta sexual con Kika continuó, ahora más caliente!!


George, Kika y yo habíamos sido sorprendidos en plena orgía. Mi amigo se mantenía de pie a la expectativa de quien sería la persona que entró al apartamento. La puta esposa de Charli y yo continuábamos unidos (mi pene metido en su culo) y estáticos. Kika ni respiraba y el susto que estaba viviendo se notaba en la tensión de sus nalgas que me aprisionaban el miembro (que rico).

Los segundos transcurrían en cámara lenta. Lo que antes era una sala ruidosa llena de gemidos y gritos de placer, ahora se había convertido en una habitación muda donde casi se escuchaba el palpitar de los corazones. Oímos uno a uno los pasos cruzando el breve pasillo… y entonces… entró a la sala…

- Willou??? – preguntó Kika asombrada, aún con una de sus manos metida en el chocho.

- Puto enano!! Que coño haces aquí?? – pregunté yo, inconscientemente hundiendo un poco más mi miembro en el sabroso culo de Kika.

Willou es uno de los miembros de nuestra pandilla de jodedores. Destaca por ser del grupo el más bajito y el más joven (mientras todos tenemos entre veinticinco y treinta y tantos, él tiene apenas veinte), lo que acarrea en cantidad de sobrenombres como enano, menor, pitufo, duendecillo, pipí de pulga, etc.

Willou, quien traía una caja de cerveza entre sus manos, también se quedó petrificado cuando entró a la sala y se encontró con aquella cachonda escena. Detrás de él escuchamos el ruido de la puerta al cerrarse… entró a la sala nuestro oscuro amigo el Niga con una bolsa de hielo en una mano y una botella de ron en la otra.

- Pero mira que hijos de puta!! La que se tienen montada aquí – dijo el Niga mientras dejaba el hielo y la botella a un lado y comenzaba a quitarse la ropa.

- Si serás puto!!! Te dije que me avisaras al llegar!! Y encima te trajiste al pajúo del enano!! – gritó molesto el George señalando a Willou.

- Pendejo, me fastidié de llamarlos a sus móviles una y otra vez y nada que contestan – dijo el Niga sacándose los zapatos – además no iba a subir todo lo que me pediste yo sólo los trece pisos.

Obviamente los mensajes de textos que había estado enviando George desde su móvil eran para el Niga, invitándolo a unirse a la juerga y pidiéndole más licor. Lo que no contaba era que con la intensidad que la orgía nunca escuchamos los móviles sonar, y menos que Willou estaría presente.

- Yo… yo no se si seguir con esto – tartamudeó Kika, al ver que ya se unía otro pene a la acción.

- Como que no vas a seguir?? – preguntó Niga ya totalmente desnudo y mostrando su morcilla erecta – si ahora es que viene lo bueno.

Al notar el nerviosismo de Kika la apreté firmemente para evitar que intentara huir. Para calmarle le dije al oído:

- Si no quieres Willou no participará – le dije mientras le lamía la oreja.

- No… no sé… - Kika comenzaba a querer zafarse – esto se está saliendo de control.

Rápidamente rodee su cintura con mis brazos y alcé mis glúteos, enterrando por completo mi verga en el culo y evitando que se escapara. Niga se colocó sobre Kika y le sujetó con fuerza las piernas, separándoselas al máximo, y de un solo movimiento se dejó caer sobre ella, enterrándole la vergota hasta el fondo.

- AAAYYY!!! – gritó la esposa de Charli al sentir toda la polla adentro – mi coño.

- Yo se que te gusta puta – Niga hablaba mientras le apretaba las tetas con sus manos y comenzaba a moverse en círculos dentro del chocho hirviendo. – déjate de pendejadas y disfruta las pingas.

- Haaaaa!!! Haaaa!!!! – gimió ella nuevamente.

- Estas gozando mamita – le susurré al oído al tiempo que me unía al ritmo de su cuerpo.

- Siii papisss!! – vencida, Kika se abandonó al placer – háganme picadillo.

Aquellas palabras nos encendieron aún más. Niga y yo comenzamos a darle y a darle firmemente por sus bien dilatados agujeros. La pinga de Niga se hundía por completo hasta chocar las bolas, para luego retroceder y empujar nuevamente. Las nalgotas sudorosas de Kika rebotaban constantemente contra mi vientre, produciendo un plas plas exquisito. Mi pene parecía estar cada vez más tieso y sentía divino como el culo de aquella hembra lo aprisionaba y resbalaba una y otra vez.

Miré a un lado y estaba George, de pie tomándose una cerveza y acariciándose el miembro, que ya comenzaba a levantar cabeza otra vez. Al otro lado y sentado en un sillón, Willou permanecía inmóvil observando la escena. Desde su llegada no había dicho palabra ni hecho nada para integrarse a la orgía, sin embargo, bajo la tela del pantalón se hacía evidente que tenía una gran erección.

El Niga se mantenía imparable, taladrando sin cesar aquella vagina caliente. Kika recostó su cabeza hacia atrás y girándolo un poco, quedando su rostro sobre el mío. La muy puta tenía los ojos entre abiertos, sudaba, sudaba bastante, y las gotas de su rostro mojaban mi cara. Su nariz rozaba con la mía y sus labios abiertos dejaban salir la lengua hambrienta que no dejaba de ensalivarme la boca. Los constantes movimientos y gemidos de Kika sobre mi me llevaban al inminente final.

Sintiendo como se avecinaba el torrencial de leche, metí mis manos bajo el cuerpo femenino, le atenacé las nalgas y la obligué a batirse con fuerza, mientras yo hacía lo mismo de arriba abajo con mi pelvis. Aceleré muchísimo, el sudor y los flujos salpicaban todo el sofá-cama y los gritos de Kika salían del apartamento. Cuando ya no pude más me aferré a sus muslos y le enterré el toda mi virilidad hasta lo más hondo. Mientras me vaciaba dentro de aquel culo divino le propiné un profundo beso. Ella apenas pudo responder ya que alcanzó en ese momento un nuevo orgasmo. El cuerpo se le tensó por completo y sus flujos vaginales se derramaron sobre mí.

Ambos estábamos transpirando y jugando con nuestras lenguas. Pero el Niga continuaba encima y también quería disparar su escopeta. Con una mano la agarró por la mandíbula y la forzó a mirarlo, metiéndole dos dedos en la boca. Con la otra mano le atenazaba una teta. Mi amigo comenzó a alzarse muchísimo para luego dejarse caer con brutal fuerza, una y otra vez. Su pene oscuro se perdía dentro de los carnosos labios verticales de Kika. Las bolas le rebotaban como igual rebotaba el sofá-cama contra el suelo.

- Mierda!! Van a romper el mueble diablos!! – dijo el George con su estaca erecta nuevamente y esperando una oportunidad.

Los gritos de Kika se confundían con los de el Niga que estaba prácticamente partiéndola en dos. Yo continuaba abajo con mi pinga ya no tan dura pero sin poder sacarla del culo de Kika. Ella se retorcía de gusto sin poder hacer nada contra los feroces embates. Clavó sus uñas en el pecho del Niga tratando de evitar (sin éxito) ser aplastada por aquella oscura humanidad.

- Toma putaaa!! Tomaaaaaa!!! – Niga apretó el acelerador mientras gritaba.

La morcilla tiesa entró y salió repetidas veces del chocho, hasta que el Niga dió un último empujón tocó fondo. El grito de Kika fue desgarrador. Mientras desvariaba sentía como el esperma le inundaba las entrañas. Niga se desplomó sobre Kika y le babeaba la cara mientras continuaba vaciándose dentro de ella. Yo, aún bajo el cuerpo de Kika hacia lo posible para poder tomar un poco de aire. Mi pene continuaba enterrado en el sudoroso culo, atrapado entre las nalgas, cosa que no me molestaba, jiji.

- Viste como haz gozado puta? – dijo Niga incorporándose. Se puso en pie y fue a buscar una cerveza. La morcilla semi erecta aún babeaba y dejaba rastros de esperma por toda la sala.

Kika se sentía tan deliciosa y exhausta que no hacia el más mínimo movimiento para levantarse. Yo le acaricié los senos y le besé el cuello.

- Eres tremenda zorra mami – le susurré moviéndome un poco para que ella reaccionara.

Sin embargo, no pude quitármela de encima. El George, que tenía ya rato con el fusil en alto, agarró a Kika por los talones, uniéndole las piernas y alzándoselas hasta lo más alto. Sin casi esfuerzo alguno y sosteniéndola de esa manera, le clavó el pene en su mojadísimo coño. Ella trató de reaccionar pero se rindió enseguida. Comenzó a disfrutar nuevamente de la pinga del George.

Un nuevo mete y saca comenzó ruidosamente. El cuerpo de Kika se bamboleaba sobre mí al ritmo de las penetraciones de George. Las nalgotas morenas nuevamente subían y bajaban por mi miembro. Esa estimulación tan divina hizo que la pinga se me pusiera dura otra vez.

El George estuvo un buen rato dándole y dándole, hasta que le abrió un poco las piernas, poniéndoselas una a cada lado de su cabeza, sobre sus hombros, se inclinó lo suficiente para quedar solamente apoyado con sus manos y pies sobre el sofá-cama. Kika quedó aplastada entre los dos cuerpos, gimiendo ante las ricas penetraciones que le estábamos propinando. Yo por mi parte le abría las nalgas con mis manos mientras le serruchaba el culo con mi pinga.

La putísima esposa de Charli se retorció de placer, un nuevo orgasmo le azotaba todo el cuerpo. Yo no paré mis movimientos, estaba disfrutando otra vez de eso rico culo y estaba muy lejos de acabar. El caso contrario era George, su excitación y celeridad lo llevaron a alcanzar rápidamente su éxtasis.

En un movimiento inesperado George se salió rápidamente del chocho de Kika, le abrió las piernas y se puso de pie. Afortunadamente me percaté de sus cachondas intensiones y como pude oculté mi cuerpo y rostro debajo del de Kika. George dio un grito de placer mientras se pajeaba durísimo y comenzaba a eyacular. Los chorros de esperma bañaron no sólo el cabello, el rostro y las tetas y vagina de Kika, también alcanzaron el sofá-cama, que ahora si estaba oficialmente estrenado, jiji.

- Uffff!!! Pero qué coño tan rico tiene esta mami – George se desplomó en uno de los muebles y encendió un cigarro.

- Hey!! Miren todos al Willou – dijo el Niga riéndose.

El enano continuaba sentado en el mismo sillón, pero ahora con los pantalones bajados hasta el suelo y pajeándose mecánicamente.

- Coño mami… no le vas a dar su ración al Willou? – preguntó el Niga.

Llegado este punto ya a Kika no le importaba nada. Se giró para besarme y se levantó. Después de mucho rato por fin mi guevo veía la luz otra vez, jiji. Kika camino trastabillando un poco hasta el sillón donde estaba el enano, le apartó las manos, y poniéndose de rodillas en el piso comenzó a darle una mamada.

- Essssooooo enano!!! – Gritó Niga festejando.

- Vayaloooo!! Te están comiendo el pipicito!!! – gritó el George riendo.

Yo me destapé una birra y comencé a ingerirla sin dejar de acariciarme el pene, para evitar perder la erección. Todos estábamos pendientes observando la felación de Kika, que había demostrado ser una virtuosa en eso de chupar vergas.

El enano se recostó más al sillón con la cabeza tirada hacia atrás y los ojos desorbitados… y no era para menos. La zorra le estaba comiendo el pepino deliciosamente. Lo pajeaba, lo chupaba, lo lamía, lo mordía, lo besaba, lo estregaba contra sus tetas, lo apretaba entre sus dedos.

Cuando todos pensábamos que su intención era ordeñar al enano y sacarle las leches así mismo, Kika cambió la posición. Como una gata en celo brincó y se colocó nuevamente de rodillas, pero esta vez sobre el enano, y lentamente se dejó caer sobre el pene, abrazándolo con su chocho hambriento. Willou mareado por las sensaciones la abrazó y se estregó contra ella, hundiéndole todo el pene, a la vez que le daba un profundo beso.

- JIJIJI, que bolas! JIJIJI – yo no podía parar de reír.

- Que es tan gracioso? –preguntó George

- El enano se ha embarrado con tu esperma – le dije cagado de la risa.

- Queeee?? Cierto!!! JUAJUAJUAJUA – George se desparramo a reír.

Y así era. Kika que estaba toda cubierta de las leches del George, ahora estregaba su cuerpo con el enano, le salía chalequeo eterno al Willou, jeje.

Sin embargo, el enano ni se enteró de la situación, estaba apretado a Kika enfrascado en un delicioso mete y saca. La hembra de Charli comenzaba a jadear una vez más. Sus nalgas subían y bajaban delante de nosotros, abriéndose cada vez más y más y casi que aplaudiendo. Noté como las pingas de mis amigos comenzaban a reaccionar ante el suculento espectáculo, sobre todo la de Niga que tenía más rato descansando.

Ante tal situación decidí picar adelante, ya que mi tronco estaba completamente duro y listo para la acción. Me posicioné rápido detrás de Kika y me sujeté a su espalda. Ella sola hizo el trabajo con sus repetidos movimientos, mi pene erecto entró sin problemas en ese rico culo.

- Coño no quieres dejar para nadie!! – Reclamó el George al ver cómo le empalaba el ano a Kika una vez más.

- Jeje!! Apúrale que yo también quiero visitarle el hoyo trasero – dijo el Niga pajeándose buscando una mejor erección.

- Nojoda!! siempre uds con sus apuros – contesté sin mirarlos y concentrándome en la penetración.

La hembra gemía y gemía. El Willou no decía nada, su boca ahora estaba ocupada chupando los pezones rígidos de Kika (también llenos de esperma, jiji). Yo la agarré por la cintura y comencé a guiar el ritmo de la orgía. Su cuerpo hambriento subía y bajaba, adelante atrás, dale que dale. Mi rostro comenzó a cubrirse nuevamente de sudor. Como pude y sin dejar de meter mi tranca, agarré mi cerveza y la tomé casi toda, el poquito que quedaba en el fondo de la botella lo derramé sobre la espalda y nalgas de Kika. Ella se retorció al sentir el frío líquido.

- Hoo papi!! Que rico!! Si! Si! Sigue cogiéndome el culo así!! – la zorra gozando.

Yo le daba y le daba y Kika recibía y recibía. Sus nalgotas hermosas estaban abiertas totalmente y se pegaban a mi cuerpo. Podía ver como mi pene entraba y salía de aquel culo rojizo y sudado. Ella continuaba pegándose a mí con cada vez más fuerza y pidiéndome más y más. Como era mi estilo la jalé hacia mí por los cabellos de la nuca, y le ametrallé el culo duro y rápido. Con una mano la tenía dominada por el cabello y con la otra le castigaba las nalgas. Kika gritaba desesperada palabras incongruentes. Fue tan rica y ruda la cogida que no pude contenerme más. Volví a descargarme dentro de su culo. Ella no dejaba de moverse buscando un nuevo orgasmo. Cuando terminé de expulsar la última gota, saqué el miembro de un brusco movimiento, haciendo que parte del esperma se saliera de su abierto ojete y chorreara sobre el sillón y… sobre las bolas y piernas del enano, jiji.

El Niga no dio tiempo ni a pestañear. Apenas me hube quitado se situó detrás de la puta y le encajó medio pedazo de carne negra en el culo. Ya Kika estaba tan ida y había llevado tanto guevo que ni grito. El Niga se inclinó sobre la espalda de ella y la abrazo, atrapándole las tetas con sus garras. Entre mis dos amigos tenían a la esposa del Charli bien penetrada. Sólo le faltaba tener un pene en la boca… y George se percató de eso.

El George se ubicó a un lado del sillón y sin pedir permiso agarró a Kika por las orejas y le metió su pinga en la boca. Ella comenzó a chuparlo y la estaca de mi amigo se endureció más y más. Los gemidos y gritos de placer inundaban la casa y seguramente salían del apartamento. Primero fue el sofá-cama el que aguantó la pelea sexual, ahora era el sillón el que estaba soportando ese amasijo de cuerpos sudorosos ávidos de placer.

Yo me recosté en el mueble doble a disfrutar de la imagen pornográfica que tenía enfrente. Mis amigos se encontraban todos extasiados dándole durísimo a esa mujer tan puta que se había casado con Charli. El ambiente estaba tan sexual y cachondo que ninguno de los presentes escuchó cuando la puerta del apartamento se abrió.

Alguien había entrado al apartamento y se encontraba ahora parado en la sala presenciando la orgía. Todos quedamos paralizados y sorprendidos…

continuará


episodios anteriores: Orgía con la esposa de un amigo 01, 02 y 03

blogalaxia:

10/9/09

Orgía con la esposa de un amigo (03)

Continuando la orgía con la esposa de nuestro amigo Charli, nos encargamos de estrenar el sofá-cama con el apetecible cuerpo de Kika.

Luego de instalar el nuevo sofá-cama en medio de la sala, George y yo nos dedicamos un rato a recuperar fuerzas para darle su segunda tanda de sexo a Kika, la morenaza esposa de nuestro buen amigo Charli. Mientras George escribía mensajes de textos por su móvil, Kika y yo compartíamos un cigarrete e ingeríamos unas birras. Ella lucía hermosa y provocativa totalmente desnuda y ahora con el cabello suelto resbalando sobre sus hombros.

Diez minutos, otras birras, nuevo cigarro, bla bla bla, basta de charla, de pies uno a cada lado, nuestras pingas erectas apuntaban a la hermosa hembra Kika acostada en el sofá-cama... que comience la acción!!

Cuando George y yo nos disponíamos a abalanzarnos como fieras hambrientas sobre el apetitoso cuerpo de Kika, esta nos detuvo en seco. Con su mano izquierda sujetó la pinga de George, y con la derecha la mía, y comenzó a masturbarnos lento, suave, pero sin dejar de apretar y de subir y bajar.

Mientras lo hacía la muy puta no dejaba de mirarnos, se mordía los labios, se relamía, aercaba las vergas a sus tetas y rozaba las cabezas rojizas con sus duros pezones.

- Les gusta papis? - preguntó la zorra.

- ... - George estaba entregado al placer, sin palabras.

- tu que crees amorrrr... - alcancé a decir - chu... chúpamela...

- qué dijiste? - preguntó ella.

- qu... que me la chupesss - le dije casi sin fuerzas.

- no te escucho papi. Habla más fuerte - dijo Kika sabiéndose controladora y
Obligándome a suplicar.

- QUE ME LA MAMES COÑO!!! - grité - por favorrrr - supliqué finalmente.

Kika sonrío al lograr su objetivo, alcanzó vengarse de mí (leer la primera parte para entender). Y como chica obediente se inclinó un poco e introdujo la cabeza (y Solo la cabeza) de mi pene en su boca. Kika estaba irreconocible de puta. Sonrió y tenía la cabeza atrapada con sus dientes, al tiempo que me daba leves lenguetazos. El cosquilleo era demasiado divino para describirlo aquí.

- Coño yo también quiero!! - interrumpió George, envidioso y solicitando su respectiva mamada.

- Tranquilo amor, que para todos tengo - dijo Kika girando hacia él.

La calentorra esposa de Charli abrió la boca en una gran "O", y simuló que iba a meterse la verga de George, pero no, se detuvo y se rió.

- Por favor coño - pidió George casi llorando.

kika volvió a reír, sujetó el miembro de mi amigo por la base, y comenzó a lamerle de abajo a arriba el mástil, como si se tratase de una paleta de helado. El George se retorcía de placer y ahora era yo quien sentía cierta envidia. Sin embargo permití que disfrutara sus lamidas un rato, hasta que percibí que la mano derecha dejó de masturbarme... entonces me enojé.

- Creo que ya fui demasiado amable lindura - dije cínicamente utilizando una frase de película.

Con mi mano izquierda tomé a Kika por los cabellos y la jalé con cierta violencia hacia mí. De un sólo golpe le enterré la verga en la boca. Ella ya se había amoldado a nuestras formas rústicas, y sin pestañear comenzó a bombearme el tronco de lindo. Kika chupaba con fuerza al tiempo que yo le movía la cabeza adelante-atrás adelante-atrás.

George también quería lo suyo y se acercó suficiente para que su pinga se estregara en el rostro de la hembra con cada movimiento. Kika se liberó de mi opresión y, tomando el mando nuevamente, atrapó ambas pingas por las bases y bolas, y comenzó a chupar un poco aquí, un poco allá, un mordisco por este lado, cuatro lamidas por aquel guevo, incluso en algún momento intentó meterse las dos vergas al mismo tiempo, pero la homofobia que nos caracterizaba a George y a mí no lo permitió.

Decidimos entonces que ya la chica había liderizado por mucho tiempo la juerga. Mientras nos mamaba, George y yo jugamos brevemente "Piedra, Papel o Tijera". Kika se percató de eso y detuvo la felación.

- Qué hacen? - preguntó extrañada.

- Sorteábamos tu culo mamita - le dije mientras me colocaba detrás de ella - y parece que gané yo -.

Sin más preámbulos la tomé fuertemente por los brazos y se los coloqué en su espalda. George se acostó boca arriba en el sofá-cama, escupiéndose y masajeándose como era su costumbre el guevo. Yo forcé a Kika a colocarse sobre mi amigo, quedando ella sentada sobre su miembro y con las rodillas a cada lado de sus caderas. George emitió un largo gemido de placer al sentir como el chocho húmedo rodeaba su pene.

- Ufffff mamiiii!!! pero que rico está esto - el George gozando una.

- Hmmmm... quiero sentirlos a los dos a la vez - dijo Kika mientras se apoyaba en
el pecho de George.

- Tus deseos son órdenes mamita rica - le dije al momento de colocarme en cuclillas en su espalda.

Con ambas manos le separé bien las nalgas, y con los pulgares ayudé a que el culo se abriera más, suficiente para que la cabeza del miembro iniciara la tan deseada penetración. Con un poco de dificultad entró la primera parte. Kika soltó un gemido ahogado de placer y dolor. Luego respiraba profundo, aguantando, sintiendo como lentamente le iba enterrando mi estaca. Se la fui metiendo despacio, centímetro a centímetro, disfrutando cada segundo.

- Coño apúrense!! Me quiero mover!! - como siempre el George con sus apuros cortando la nota.

- Ya voy!! Ya voy nojoda!! - contesté un tanto molesto pero divertido a su vez.

Me dejé de rodeos y tomé a Kika por la cintura, me acomodé bien y di un firme empujón para terminar de meterle toda la pinga en el culo.

- Coño! me duele un poco - Chilló ella.

- Quieres que te la saque mami? - pregunté.

- Ni se te ocurra cabrón!! - contestó - rómpeme el culo papi... pero ya!!

- Estas pasada de puta mi amor - le dije mientras retrocedía un poco tomando impulso.

Le di un fuerte empujón y estaba toda la verga adentro otra vez. Kika se mordió los labios para no gritar. Retrocedí y le di otro vergazo más fuerte. Esta vez no pudo reprimir el grito. Dos, tres, cuatro empujones más, todas hasta el fondo. Kika comenzó a gemir y gritar.

Me aferré a sus hombros para poder tener mejor control, concentrándome en darle durísimo por el culo. George tampoco permanecía inactivo, la tenía sujeta por las caderas mientras le mordía las tetas que se bamboleaban en su rostro.

Lo que vino a continuación fue un frenesí de sudor, besos, pingas entrando y saliendo, gemidos, gritos de placer, nalgadas, mordiscos, saliva, sexo, mucho sexo caliente y violento.

- HAAAAAA papissss!! me voy!!! me voyyyyyy!!!! - La esposa de Charli no aguantó más, se le disparó un orgasmo incontrolable tan húmedo que salpicó el sofá-cama.

- Pero que divino se... se sienteeee - El George estaba disfrutando a su vez del orgasmo de la hembra.

Por la forma en que resoplaba mi pana y como aceleraba los movimientos era evidente que ya se venía. Yo le seguí el ritmo y me agarré con ambas manos al cabello de la nuca de Kika, jalándola con fuerza hacia mí y ametrallando durísimo su culo con mí pinga.

- Mierrrrdaaaaa!!! - El gritó de George cuando eyaculó dentro del chocho de Kika debió escucharse sin duda en los pasillos del edificio.

Los cuerpos de mis compañeros de orgía permanecían quietos y sudorosos uno sobre el otro, acompañados de breves espasmos, secuelas de los eléctricos orgasmos. Sin embargo, yo aún no había acabado, y no estaba dispuesto a quedarme así.

Sin preguntar nada hinqué a fondo la pinga y abracé totalmente el cuerpo de Kika con mis brazos, obligándola a girar conmigo a un lado, quedando yo acostado boca arriba y ella encima de mi, aún con la verga clavada entre las nalgas. George quedó desenchufado, tirado a mi lado.

- Uy papi... vas a continuar taladrándome? - preguntó ella girando un poco su rostro y buscando mis labios con su lengua.

- Así es mamita rica, voy hacer que te arda el culito - le respondí mientras le agarraba los muslos con mis manos, separándolos un poco y alzándolos, y comenzando nuevamente el tan divino mete y saca.

Kika no dejaba de ensalivarme el rostro. Con una mano ella misma se manoseaba los senos, con la otra se daba placer en el chocho, excitándose nuevamente. Yo me concentraba en empalarla con fuerza cada vez más profundo, sintiendo rico como esas nalgotas morenas subían y bajaban por mi verga tiesa.

Nos estábamos dando un tremendo latazo con nuestras lenguas y gozando la penetración de lo lindo cuando escuchamos el ruido de la puerta de entrada. Del susto Kika y yo quedamos paralizados y volteamos a ver a George, quien del tiro se incorporó rápidamente.

- Mierda!! Pensé que habías cerrado bien la puerta - le reclamé.

No había tiempo ni siquiera para sacar la pinga del culo. Alguien había entrado al apartamento...


blogalaxia:

8/9/09

Video de Nalgotas bailando!! shaking shaking!!

Video de un grandote y jugoso par de nalgotas divinas tongoneandose para todos lados. pero que ricos son los bootys. dale play y goza.






5/9/09

Orgía con la esposa de un amigo (02)

Nuestro amigo Charli intentó pasarse de vivo y sin querer, nos facilitó la situación para darle una nueva ración de placer a su hermosa esposa.


Día sábado en la mañana. Habían transcurrido dos semanas desde la orgía que nos montamos entre el Niga, George y yo con Kika la esposa de Charli. Aunque pactamos no comentárselo a ninguna persona, aquella orgía (relato: “Orgía con la esposa de un amigo”) era nuestro íntimo tema de conversación casi a diario. Yo por mi parte imaginaba cualquier alocado motivo que sirviese de excusa para contactarla sin levantar sospechas, pero eran sólo eso, ideas, imaginaciones.

Sin embargo, el reencuentro se originó solito, sin forzarlo, e irónicamente, orquestado por nuestro querido amigo Charli. Resulta que la feliz pareja había comprado a crédito un mueble sofá-cama, y recién concluían de pagar el último giro, ya solo restaba ir a buscarlo a la tienda.

Charli nos pidió que le ayudásemos no sólo a transportar el mueble de la tienda a su edificio, también a subirlo hasta su apartamento en el piso trece, y por las escaleras ya que el ascensor está dañado. Casi que nuestro amigo nos suplica de rodillas, hasta nos prometió compensarnos con una caja de cerveza.

Varias cosas nos motivaron al George y a mí. Por un lado tomarnos unas birras sin ningún costo económico. Segundo el cargo de conciencia que teníamos de habernos raspado a su mujer.. Sentíamos que le debíamos algo. Y tercero… la oportunidad de vernos nuevamente con Kika y quién sabe…

Casi es mediodía y vamos en el auto cargando con el sofá-cama. George va adelante conduciendo con Charli de copiloto, yo sentado en el puesto de atrás me encargaba de sacar unas cuantas cervezas de la cava que siempre llevamos de reserva. Por el retrovisor podía notar los ojos diabólicos del George, con su mirada me indicaba que le diera bastante cerveza a Charli, quizás se ponía borracho como la última vez, jiji.

Llegamos al edificio y, lamentablemente para nosotros, Charli se notaba bastante sobrio, ni siquiera estaba tomado, rayos. Comenzamos entonces a subir el mueble piso por piso. Charli por su pequeña estatura cargaba la primera parte y George y yo desde atrás empujando hacia arriba.

Piso cuatro, y ya estábamos sudando bello. Al llegar al quinto piso nos detuvimos un momento a descansar, y entonces, apareció Kika. La siempre amable esposa de Charli bajó desde el piso trece para darnos unas cervezas. Apenas estaba vestida con una camiseta ajustada blanca (pude notar que no llevaba sujetador), unos pantaloncillos cortos (muy cortos) de color rojo y unos zapatos converse de corte bajo. El cabello largo separado en dos colas que le daban un aire colegial. Nada más de verla tuve una erección.

- Hola chicos! ¿Cómo están? - dijo Kika mientras nos pasaba las cervezas y daba un beso a su esposo - gracias de verdad por este favor.

- Tranquila Kika, no es ningún problema - dije mirando disimuladamente como se le dibujaban los pezones bajo la camiseta.

- Sabes que siempre estamos a la orden - Recalcó George mientras se empinaba la cerveza.

- Y el Niga no está con Uds.? - Preguntó Kika. Al parecer le gustó tener la morcilla de nuestro negro amigo Niga enterrada en su chocho.

- No pudo venir, tenía asuntos pendientes - respondió George. Los asuntos pendientes de Niga eran dormir hasta mediodía.

- Y tu como estás papi? - le preguntó Kika a su esposo.

- Bien mi amor. Aunque preocupado, sabes que dejé trabajo pendiente - respondió Charli, soltando la indirecta.

George y yo nos miramos y ambos pensamos lo mismo. Charli tenía la fama de ser muy flojo y siempre evadir el esfuerzo físico, obviamente aquello de subir un mueble trece pisos no era de su agrado, y seguramente se estaba inventando aquello de trabajo para zafarse y dejarnos a George y a mí como dos idiotas cargándole el sofá.

- Papi pero no pretenderás que George y Sati carguen solos con el mueble - dijo Kika.

- Pana, si es muy urgente ve a tu trabajo que el Sati y yo lo terminamos de subir - dijo George, obviamente pensando en meter la verga otra vez en aquel hermoso culo.

- Si Charli, dale - asentí yo sin dejar de mirar las entrepiernas de Kika.

- No amigos, tranquilos, vamos a continuar subiendo el mueble - dijo Charli frustrándonos el plan.

Incluso Kika mostró cierto grado de desconcierto, pienso que en el fondo ella también estaba deseando quedarse a solas con nosotros dos. Lo cierto es que la esposa de nuestro amigo subió hasta su apartamento y nosotros continuamos la faena, bastante decepcionados.

Sin embargo, no habíamos subido dos pisos más cuando Charli leyó (o simuló leer) un mensaje de texto en su móvil.

- Muchachos, estoy apenado, pero debo irme, me llaman urgente de la oficina - dijo Charli tratando de poner expresión de pena, aunque se le veía demasiado falsa.

- Tranquilo pana, dale - dijo George aguantando la risa.

Charli bajó y nos dio un abrazo.

- Gracias amigos - dijo.

- Ok dale - dije yo.

Ya casi corriendo escaleras abajo el muy desgraciado se despidió.

- Gracias mis panas, trataré de resolver la situación rápido y regresaré con otra cajita de cervezas para compensarlos - gritó mientras desaparecía.

George y yo nos miramos, sonreímos, y con nuevas y renovadas fuerzas alzamos el mueble y lo subimos de un solo tirón hasta el piso trece. Sin exagerar creo que tardamos menos de minuto y medio por piso. Un nuevo record, jiji. Al llegar al apartamento de Charli, la puerta estaba abierta, Kika se disponía a bajar una nueva ronda de cervezas cuando George y yo entramos como una tromba con el mueble, casi tirándolo en medio de la sala.

- Oh chicos! wow! que velocidad! - dijo sorprendida - y Charli? - preguntó.

- Tu esposo tuvo que irse al trabajo - dijo George mientras se secaba el sudor de la frente.

- Oh! que contrariedad - dijo Kika sin poder ocultar la sonrisa. A la muy puta le brillaron los ojos.

Yo estaba sudando demasiado. Con descaro me quité la camisa y me acerqué a Kika.

- Vamos a dejarnos de rodeos y pendejadas - dije mientras la sujetaba por las caderas y la pegaba a mi cuerpo - tú sabes que te queremos revolcar otra vez.

Kika no pudo emitir palabra alguna, mi lengua ya había invadido su boca y mis manos activas le apretaban las nalgas. George rápidamente cerró la puerta del apartamento y comenzó a desnudarse. Kika con sus manos intentaba separarse de mí, pero su lengua juguetona no daba indicios de querer separarse de la mía, por el contrario, pedía más y más.

George, ya completamente desnudo, se colocó detrás de esposa de nuestro amigo y de un solo tirón le bajó los pantaloncillos rojos, dejando a la vista una pantaletita de hilo blanco que se perdía entre sus nalgas preciosas.

Que vaina más rica!! - gritó George mientras la sujetaba por las caderas y restregaba su miembro erecto contra las nalgotas.

Kika giró un poco la cabeza, dejando mi boca y buscando la de George, mi amigo no despreció aquello y comenzó a darse banquete con aquella lengua hambrienta. Yo aproveché y la subí la camiseta blanca, dejando al descubierto aquel par de tetas divinas, sin perder un segundo comencé a masajearlas y chuparlas con fuerza. Los gemidos comenzaron a escucharse en la habitación.

Me separé unos segundos para terminar de quitarme la ropa. George separó las piernas de Kika, con su mano en la espalda de la hembra la hizo inclinarse hacia adelante logrando que alzara el pompis, él se agachó y con una mano le apartó el hilo de la pantaleta, comenzó a chuparle la concha ruidosamente.

Yo, ahora sin ropa que me incomodara, me coloqué frente a ella, la ayudé a quitarse la camiseta, y sin preguntarle nada le puse la verga entre los labios. Ella no se inmutó y enseguida lo engulló. Primero lo ensalivaba lentamente, rodeando el glande con la lengua, después con más fuerza recorría todo el mástil de arriba abajo. Yo controlaba sus movimientos agarrándola por las dos colas del cabello. Por momentos intentaba zafarse para respirar mejor, pero yo la obligaba tirando con fuerza de su cabello hacia mí. Comencé a darle cada vez más duro, cogiéndola bien sabrosa por la boca.

Estaba tan concentrado en la mamada que apenas noté que el George se había incorporado y, de pie detrás de Kika, se escupía el miembro, preparándolo para la penetración. La esposa de Charli se tensó cuando sintió el guevo de George entrar en su vagina. Esta vez la deje respirar un poco.

- Hay coño! que rico!! - dijo excitada.

George se sujetó a las caderas y dio un nuevo empujón, enterrándole toda la verga hasta las pelotas.

- HAAAAA!!! - Gritó esta vez - Dame duro papi, dame duroooo!!!

George obedeció el pedido y comenzó a darle un mete-saca brutal. Sin parar ni un instante la verga entraba y salía con mucha fuerza, con tanta que por momentos Kika quedaba en el aire totalmente despegada del piso. Los Plas! Plas! del cuerpo de George rebotando contra aquellas nalgotas se confundían con sus alaridos.

- Haa... que... que divi... no - apenas podía hablar Kika - me.. me... partes en dos cabronnnn!!!

- Ya estás hablando demasiado - dije yo con burlonamente, al tiempo que le metía nuevamente la pinga entre los labios.

Vista la violencia de la cogida que le estaba dando mi amigo a Kika, a mi no me quedó más remedio que unirme a la intensidad, y agarrándola por las colas del cabello, comencé a cogerle la boca con toda la fuerza que podía. Kika gemía y se retorcía de placer, mientras las lágrimas inundaban sus mejillas. Así estuvimos un buen rato dándole durísimo hasta que el George aceleró más el ritmo.

- Mierdaaa! voy acabar puta!! - gritó George mientras le daba más rápido y le azotaba las nalgas con sonoros manotazos.

Mi amigo se atenazó como un animal a las caderas de Kika y se descargó en su interior. los ríos de semen se escurrían entre los temblorosos labios vaginales. Kika a su vez tuvo un eletrificante orgasmo, el cual disfrutó aún con mi verga casi en su garganta.

Yo sentía ya las pelotas hinchadas y que estaba por acabar también, pero no quería hacerlo sin metérselo en el culo, así que intenté separarme, sin embargo, la muy puta no me lo permitió. George no había terminado de disfrutar su orgasmo, cuando Kika violentamente se separó de su miembro y se colocó de rodillas frente a mí, y con mucha violencia, comenzó a darme la gran mamada.

Con una mano me atenazaba por la nalga derecha, y con la otra me apretaba durísimo el miembro y subía y bajaba, dándome un pajazo de campeonato. Mientras me masturbaba violentamente Kika mantenía la cabeza de mi miembro atrapada entre sus labios, y todo eso mientras me miraba lujuriosamente.

- Pu... puta!! vas hacer qu... que... me venga - apenas podía hablar.

- Quiero tu leche en mi lengua papi - dijo mientras hacía una pausa para mordisquearme el guevo como si fuera una mazorca.

No pasaron sino unos segundos y ya me estaba chupando con fuerza otra vez. Esta vez se sujeto con ambas manos a mis caderas y con su boca y lengua a darme el más rudo de los placeres. Sus labios rozándome incansablemente, su lengua azotando implacable mis venas, la velocidad de su cabeza adelante y atrás y su mirada diabólica pegada a la mía fueron demasiado... Me aferré a sus hombros y dejé salir los largos chorros de esperma. Kika los recibió dentro de su boca dejando escapar algunos hilillos por los bordes, luego tomó el miembro por la base y se pasó el pene por la cara, dándole lamidas y embarrándose todo el rostro de esperma que aún brotaba de mi pene.

Después de aquello, los tres quedamos tumbados en el piso recostados del nuevo sofá- cama. El móvil de Kika comenzó a timbrar. Ella se levantó y se fue a contestar la llamada a la cocina.

- Verga, esta caraja es calentísima - comentó George.

- Tremenda diabla tiene Charli por esposa - dije yo aún con la mamada en la mente - que putaaaa!!.

Kika regresó de la cocina con tres cervezas. Nos dio una a cada una y la otra se la empinó rapidísimo y se tomó casi que la mitad de un solo golpe.

- Papis les tengo noticias - dijo Kika.

- Que será? - pregunté yo mientras me pasaba la botella por la frente.

- Charli acaba de llamar - dijo ella. - Me pidió que lo disculpara con Uds. tiene trabajo y regresará como a las seis de la tarde. Que si lo desean lo esperen aquí, que él va a comprar otra caja de cerveza.

- Eso quiere decir queeee... - dijo George mientras sonreía. Ya le adivinaba los pensamientos.

- Eso quiere decir que... - lo interrumpió Kika - que tengo toda la tarde para seguir dándome gusto con sus penes.

Dicho aquello, George y yo nos pusimos en pie, dispuestos a estrenar el recién comprado sofá-cama con el cuerpo de Kika.


satirock


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4/9/09

Orgía con la esposa de un amigo (01)

lamentablemente para nuestro amigo Charli, le dimos a su esposa hasta por la cédula, jiji.



Eran apenas las seis de la tarde y el Niga y yo íbamos ya bien tomados y poniendo rock del bueno en el equipo de sonido. El George conducía y trataba de mantenerse sobrio, pero igual no dejaba de joder y de gritarle improperios a las nenas que deambulaban por las calles.

Nos dirigíamos a la casa del Charlie a tomar birras y jugar dominó. Los tres íbamos medio cachondos ya que habíamos estado buceando y flirteando con las vendedoras de la licorería, unas catiras de calendario que para que les cuento, como Pamela Anderson en sus buenos tiempos.

Llegamos al edificio y el Charlie nos estaba esperando en la planta, bastante tomado y con un trago de casi whisky en la mano. Descargamos las cajas de cerveza y subimos los trece pisos por las escaleras, el fuckin ascensor estaba dañado. Cuando al fin llegamos al apartamento estábamos mamados y entramos tomando birras para refrescarnos.

Había burda de calor en el apartaco, y se puso más caliente cuando a la sala entró Kika, la esposa del Charlie, una morenaza que siempre había deseado pero qué coño, es la esposa de un amigo. Supongo que por el calor estaba vestida (o medio vestida) con una ramerita blanca que le dejaba el ombligo afuera y presionaba sus hermosos senos, y un short de jeans desteñidos, bastante cortos que dejaban a luz sus contorneadas piernotas. Estaba descalza y con un moño que le recogía el cabello. Saludos y abrazos de rigor.

Nos instalamos en la sala a jugar dominó y a esperar el juego de los Yankees que darían en la tele. Mientras continuábamos con la tomadera de curda indiscriminada Kika entraba regularmente a la sala a llevarnos tequeños y comidilla de picar. Tanto el Niga, el George y yo no perdíamos ocasión de echarle el ojo, pero solo eso porque coño, es la esposa de un amigo.

Llegada la hora del juego de los Yankees anunciaron por la tele que estaba suspendido momentaneamente por lluvia. Todos mentamos la madre. Ya estábamos bastante alcoholizados para seguir con la partida de dominó, así que el Charlie comenzó a hacer zapping por los canales de su tv por cable, hasta que llegó a un canal porno. Ahí lo dejó entre risas y pitas de los presentes.

Kika entró a la sala con una bandeja y miró aquello. Se sonrojó un poco pero lo tomó a chiste y volvió a la cocina. Dicha cocina tenía acceso directo a la sala, y yo si notaba que la Kika mientras cocinaba y se tomaba una birra no dejaba de ver las escenas sexuales que se daban en la tele.

En la película que estaban dando una catirota se tiraba como a cinco tipos en una orgía de campeonato mundial. Nosotros seguíamos con la jodedera, pero era evidente que entre el exceso de alcohol, los cigarros y ese sexo audiovisual todos estábamos ya bastante cachondos. En ese momento entra Kika a la sala con una nueva bandeja llena de frituras.

- ay chicos, estoy agotada, ya no cocino más - dijo mientras se sentaba en el mueble individual de la izquierda donde estaba Charlie. Niga y yo estábamos en el mueble central para tres personas, y el George casi que acostado en un tercer mueble.

- tranquila - dije - ya nos has consentido bastante.

- Si quieres cambiamos de canal - dijo el George.

- No cambien nada - dijo el Charlie evidentemente borracho - estamos jodiendo con esa película.

Nadie dijo nada. Continuamos tomando y jodiendo, pero ya no igual, porque estaba ahí Kika y coño, es la esposa de un amigo.

A la catira de la película se la tenían penetrada por todos lados y la escena era bien caliente y salvaje. Obviamente el Charlie también estaba cachondo y le daba besos a su mujer en el cuello y le acariciaba las piernas. En un momento incluso le acaricio la entrepierna y le tocó la concha por sobre el pantaloncito de jeans. Kika apartó sus piernas del alcance de su marido un poco apenada. Me miró y yo aparté la mirada, como si no hubiese visto.

- Te quiero coger - le susurró Charlie a Kika en el oído, pero estaba tan borrado que no lo dijo tan bajito y creo que todos los de la sala lo escuchamos, aunque nos hicimos los desentendidos.

- Estas borracho Charlie - dijo Kika un poco molesta mientras se levantaba y regresaba a la cocina. Aunque cuando se levantó trastabillo un poco, y por su caminar me di cuenta que también estaba un poco mareada por el alcohol.

Charlie también se levantó con dificultad y se fue tras ella.

A los dos minutos salí de la sala con la excusa de ir al baño, después de mear me acerqué con sigilo a la cocina y pude ver a Kika sentada de piernas abierta sobre un mesón pequeño, con la ramera subida hasta al cuello, el Charlie que estaba sin pantalones le chupaba las tetas y le metía mano dentro del pantaloncillo de jeans. Kika dejaba escapar unos gemidos bajitos y ahogados, y con una de sus manos trataba de excitar el miembro adormecido de su marido, supongo que por lo borracho que estaba no se le paraba.

De pronto Kika subió la mirada y me vio, yo del tiro caminé el trecho cortico entre la cocina y la sala, pero antes de poder sentarme en el mueble escuché un ruido de ollas y platos rotos en la cocina. Los tres corrimos a ver qué había pasado. El Charlie, borracho hasta el cuello, se había caído y tumbado un poco de vainas. Entre los cuatro ayudamos al Charlie a ponerse en pie y como pudimos lo llevamos hasta su habitación. Cuando por fin lo acostamos en la cama el Charlie cayó dormido, la Kika se dio cuenta que aún tenía la ramera subida y las tetas al aire, sin contar que tenía la bragueta del pantaloncillo abierto, mostrando el comienzo de su depilada y húmeda concha.

- Oh cielos - dijo avergonzada y poniéndose de mil colores.

- Tranquila no ha pasado nada - dijo nerviosamente el Niga.

Y por más que nada hubiese pasado, los tres continuábamos allí mirándole las tetas y con las vergas excitadas que se notaban debajo de los pantalones. Ella trataba de excusarse con el cachondeo de su marido, pero tampoco dejaba de mirarnos los bultos cada vez más grandes.

- Ya, ya, tranqui - le dijo el George poniéndose a sus espaldas, la rodeo con sus brazos, y lentamente le tomó la ramera y se la bajó, momento que aprovechó para acariciarle los senos con cierto descaro.

- Haaa - se le escapó un gemidillo que la avergonzó un poco más. Era evidente que el Charlie la había dejado muy excitada.

- Deja que te ayude - dije mientras con mis manos tomaba su bragueta para cerrarla, simulé que estaba un poco atorada y le acaricié la parte superior de la rajita con uno de mis dedos.

- Hoooo - esta vez sí que no se molestó en tratar de ahogar el gemido.

Ante la evidente excitación no le cerré la bragueta y dejé mi dedo colocado allí rozando la rajita. El Niga no sabía qué hacer, solo sudaba y se acariciaba los huevos por sobre el pantalón. El George aún se mantenía sujetando la ramera. Fue entonces cuando la misma Kika le tomó las manos al George y se las colocó en los senos. Este lo tomó como una autorización y se los comenzó a masajear. Kika ahora gemía sin rechistar. Vista la situación delicadamente le bajé los pantalones y las pantaletas al mismo tiempo hasta los tobillos, y sin apuros le coloqué una de mis manos entre las piernas, comenzando con una suave masturbación.

El George ya le había sacado la ramera y le frotaba las tetas mientras le relamía el cuello. Kika se pegaba a su cuerpo frotándole el pene sobre el pantalón con sus desnudas nalgas. Con su mano derecha acompañaba a la masturbación que yo le estaba dando, y con la izquierda... sorpresa! comenzó a pajear el guevo negro y desnudo del Niga, que ya se había sacado los pantalones.

- Verga, estas aguevoneado no? - dijo el George con sarcasmo y entre risas.

De pronto el cuerpo sin ropa de Kika se vio cubierto de bocas y labios que la atacaban por todos lados. Kika se dejaba hacer pero no permanecía inactiva, respondía con besos y lenguazos a cualquiera de las bocas que se le acercaban, y sus manos atenazaban y masturbaban las vergas que se le iban turnando.

El George se le colocó en frente y con la brusquedad que lo caracteriza la tomó por los hombros y la empujo abajo, obligándola a arrodillarse, Kika atrapó la cabeza del pene con sus labios y comenzó la chupar ruidosamente, mientras con sus manos nos masturbaba a Niga y a mí, uno a cada lado.

- Esto es lo que se llama "Mamar en Cruz" - dijo el George soltando una carcajada.

Los tres nos fuimos turnando para que ninguno quedara sin recibir su mamada. De pronto el Niga, alto y negro como era, cargó sin problemas a Kika y la depositó en la cama al lado de su marido que continuaba dormido ajeno a todo lo que pasaba.

- Aquí no, que... que... está Charlie - Dijo Kika mostrando un poquito de cordura, aunque su cuerpo realmente lo que estaba pidiendo era polla.

El George se acostó en la cama entre Kika y Charlie, la tomó por la cintura y la puso de lado de frente a él, y le puso la verga entre las piernas, se movía hacia atrás y hacia adelante, rozándole la raja con la cabeza del guevo pero sin llegar a penetrarla. Yo estaba de rodillas a sus pies meneándome la polla esperando mi momento.

De pronto Charlie hizo un movimiento como que se despertaba y se cayó de la cama. El George se paró de la cama para ver como estaba, pero el Charlie seguía durmiendo como un bebé. Kika ni se enteró y quedó en medio de la cama boca arriba y con las piernas y el sexo abiertos. No perdí oportunidad y me acosté sobre ella, poniendo mi pene en la entrada del chocho húmedo.

- Estas segura de que quieres esto? - le pregunté.

- Si quiero - dijo aún tímidamente.

- segura?.

- que siiii - dijo casi rogando que se la metiera.

- quieres que te meta el guevo Kika? - le pregunté mientras le hundía un poquito la cabeza del pene.

- siii por favor - suplicó.

- no te escuchamos Kika - le dije - dinos que es lo que quieres.

- QUIERO GUEVO! QUIERO GUEVO! QUIERO QUE ME COJAN AQUÍ MISMO! NECESITO SENTIRME PENETRADA!!!! - gritó desesperada.

Satisfecho de hacerla sufrir un poco, la sujeté por las caderas, ella me rodeo la cintura con sus piernas, y entonces me hinqué a fondo y le ensarté mi pedazo de carne hasta el fondo. Gritó tan fuerte que pensamos que Charlie podía despertar, pero fue un susto momentáneo. Con cada nuevo embate que le daba, Kika soltaba grito tras grito, gritos que fueron enmudecidos cuando el Niga la tomó por la cabeza y le enterró la morcilla entre los labios. El Niga la tomaba con fuerza y literalmente le estaba cogiendo la boca.

El George se acostó a nuestro lado donde antes estaba Charlie, le chupaba las tetas a Kika mientras se meneaba el miembro con fuerza. El guevo negro de Niga entraba y salía de la boca una y otra vez, no le daba respiro a la pobre caraja y ni por error le soltaba la cabeza. Yo por mi parte seguía taladrando ese coño que se sentía caliente. La esposa de nuestro amigo estaba tan húmeda que podía escuchar como chapoteaba mi pene dentro de sus labios cada vez que se lo hundía.

- Apúrate coño! yo también quiero meterlo! - dijo George ya desesperado.

De pronto el Niga le sacó el guevo de la boca, para evitar correrse, resoplaba como una bestia aguantando la eyaculación. Kika aprovecho el momento para acomodarse, rodeo mi nuca con sus manos y subió un poco más las caderas, facilitando la penetración, la cabeza la tiró hacia atrás y pudo gemir a gusto.

Por un momento mis dos amigos quedaron solo como espectadores, viendo como le daba por el coño a aquel hembrón. Estaba disfrutando de ese chocho riquísimo, pero las miradas de mis amigos y sus pingas erectas me decían que querían su parte del pastel.

- Coño si! ya voy a terminar nojoda! - dije un poco molesto, aunque realmente me estaba cagando de la risa con la situación.

Me apoyé con firmeza sobre mis manos y pies y comencé a taladrarla con fuerza. Duro y rápido. A 200 penetraciones por minuto. Kika movía la cabeza para los lados enloquecida.

- Mierda! me voy! - grité.

Kika apretó mi cuerpo con sus piernas, obligándome a mantenerme hincado a fondo mientras me vaciaba. Juntos nos abandonamos a un profundo orgasmo. Podía sentir como los espasmos de su chocho me recorrían el pene. Que rico.

Apenas me salí hubo un breve forcejeo entre George y Niga para ver quien seguía. Aunque los dos son más o menos del mismo peso, Niga ganó a base de habilidad. Se arrodilló rápidamente en la cama, se echó las piernas de Kika sobre los hombros y la tomó por las caderas, sin esfuerzo alguno le metió media pinga en el coño. Kika apretó los dientes para no gritar. El Niga se inclinó más sobre ella, aplastándola toda con su cuerpo y dejándola patas arriba, indefensa. En esta posición dio un movimiento de retroceso y luego con fuerza se la metió toda. Ahora si Kika pegó un grito.

El cuerpo amarrado de Kika se perdía bajo la gran humanidad de Niga, que más que humano parecía un animal en celo, un gorila para ser más específicos, jiji. El Niga la penetraba violentamente y la ahogaba con sus brazos y cuerpo al tiempo que le pasaba la lengua por todo el rostro. Kika casi no podía respirar.

- Coño pana la vas a matar! déjala respirar! - Le dijo George a Niga al percatarse de la situación.

Niga rezongó algo molesto, pero no se salió del cuerpo de Kika. Mi oscuro amigo abrazó con fuerza a la hembra y rodó hasta quedar boca arriba, dejando a la esposa de nuestro amigo Charli arriba de él, sentadita y penetrada. Kika pudo al fin respirar un poco mientras se levantaba un poco apoyando sus manos en el pecho de Niga, este sin dejar de meter y sacar su morcilla aprovechó el momento y le estrujaba las tetas.

Kika estaba tan excitada y mareada que no se dio cuenta que el George se había colocado de cuclillas detrás de ella y le escupía el culo. Sonreí torvamente al descubrir las perversas intenciones de mi amigo. Jiji.

Con su mano derecha empujó a Kika por la espalda, haciendo que se recostara más sobre Niga y que alzara un poco las nalgas, con la otra mano se sujeto bien la base del pene y lo dirigió al apetecible culito de Kika. Con un poco esfuerzo la cabeza del miembro traspaso el límite y se alojo dentro del cuerpo femenino. Mientras el pene negro de Niga continuaba el mete y saca en la vagina. Solo cuando George empujó lentamente fue que Kika se dio cuenta de que había sido penetrada por el ano.

- Nooo! por el culo nooo! - grito Kika... algo tarde.

En otro breve arrebato de cordura, Kika intentó zafarse de la pornográfica situación en que se hallaba. Niga se dio cuenta y la atrapo con fuerza por las caderas y metiéndole la morcilla a fondo. George tampoco estaba dispuesto a perder su posición, así que la sujeto fuerte por los hombros y le hundió con violencia todo su mástil entre las nalgas. El grito fue aterrador y excitante.

Kika estaba atrapada en un delicioso y doloroso sándwich. Mis amigos le daban y le daban sin detenerse. Kika dejó de luchar por escapar y se abandonó al placer que le estaban propinando esas dos vergas. A mi esa visual ya me tenía excitado otra vez, por lo que me integré a la orgía. Me coloqué casi en la cabecera de la cama, con mis rodillas cerca de las orejas del Niga. El George adivinó mis intenciones y para ayudarme, se alzó un poco, y sin dejar de darle por el culo a nuestra amiga, la agarró por el cabello y la jaló con violencia. Kika abrió la boca para dar otro grito, momento que aproveché para meterle mi verga erecta hasta la garganta.

Kika se sorprendió y se sintió ahogada nuevamente. Nuevamente intentó escapar, pero todos la sujetamos firme. El Niga no le soltaba las caderas con sus garras, George casi acostado sobre su espalda la abrazaba y le res trujaba los senos, yo la tenía atrapada por la nuca y orejas para evitar que dejara de chuparme. Comenzamos entre todos a movernos y a disfrutar de la esposa de Charli. Ella, vencida, se dejaba ya penetrar por todos lados y a disfrutar de la orgía.

- Te quiero cogerrrr - dijo Charli de pie, al lado de la cama.

Todos nos quedamos paralizados al ser descubiertos por nuestro amigo. Sin embargo el susto pasó al darnos cuenta de la súper borrachera de Charli. Estaba tambaleándose allí de pie, pero realmente su mente estaba en otro lado. Balbuceo un par de palabras incoherentes y volvió a caer dormido en el piso. Todos nos miramos y... qué coño! continuamos la rumba!

Las vergas entraban y salían insistentemente. La concha mojadísima de Kika resbalaba rápidamente por la morcilla empalmada de Niga, mientras sus nalgotas y culo aceptaban ya sin problema el pene erecto de George, quien sudaba y resoplaba sobre su espalda. Al tanto chupaba con fuerza todo mi miembro, sus labios subían y bajaban, desde la base de mi guevo hasta la cabeza. La excitación, la velocidad de los movimientos, la sudoración de los cuerpos, los gemidos y gritos, todo llegó al clímax. Los tres penes desahogaron sus ganas y jugos dentro del cuerpo de Kika al tiempo que su orgasmo electrificaba toda la habitación. Bárbaro!!!

8:22 am del día siguiente.

Charli salió de la habitación con una gran resaca.

- Mierrrda! en qué momento me quedé dormido? -

- Te venció el sueño y el alcohol y sin decir palabra te fuiste a dormir - mintió George.

- Y Kika? - preguntó Charli.

En ese instante entra Kika con unas bandejas, estábamos todos desayunando en el comedor de lo más normal.

- Tranqui pana, Kika se portó como la mejor de las anfitrionas y nos atendió muy bien - dije, esta vez sin mentir, jiji.

Terminamos el desayuno y nos despedimos de la pareja. Bajamos hasta la planta baja del edificio y abordamos el auto del George. Pactamos no comentar lo ocurrido a los demás panas porque.. Coño, es la mujer de un amigo.

satirock


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